Somos lo que nos decimos constantemente.
El monólogo discursivo que gira en tu cabeza es la lente a través de la cual miras hacia el mundo. Esta verdad es tan antigua como la conciencia misma.
Tienes menos control sobre tus pensamientos de lo que piensas.
Sería ingenuo de mi parte sugerir que solo cambies la forma en que piensas sobre el mundo, como si fuera tan fácil como encender un interruptor de luz en una habitación oscura. El primer paso para tomar la iniciativa en la vida es darse cuenta y observar cuán poco control tienes sobre los pensamientos que surgen en tu cabeza. Vaya a un lugar tranquilo y simplemente siéntese y observe los pensamientos que tiene, escríbalos, verá que el patrón de negatividad fluye de usted como una fuerza natural y que su ego es una víctima del torbellino de negatividad. atrapando tu mente
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El mundo conspira para hacerte sentir sin valor.
Muchas personas mitigarán la inutilidad que sienten al hacer que otros se sientan inútiles. Al dirigir nuestra atención a los demás sin valor, alejamos nuestra conciencia de la sensación de que somos inútiles. La mayoría de las personas son lo suficientemente conscientes como para darse cuenta de su falta de significado, pero no lo suficiente como para darse cuenta de que todos son como ellos. La depresión y el narcisismo se convierten en un ciclo sin fin en este mundo de conciencia egoísta. El narcisista mitigará la desesperanza al crear una ilusión, alguien que sufre de depresión carga con el peso de la inutilidad. El tejido de la sociedad occidental está configurado para hacer que las personas sientan que han valido la pena a través de la adquisición de posesiones materiales. En última instancia, las posesiones materiales son solo otra distracción de la desesperanza de la conciencia egoísta.
La vida espiritual / contemplativa intenta disolver el ego.
No estoy sugiriendo que te conviertas en un monje o habitante de un bosque, sino que comienzas a cambiar tu perspectiva de estar atrapado en un pedazo de carne sin sentido a un participante en un vasto mundo de conciencia que está conectado a todo lo demás. El mensaje espiritual es este: en el centro de lo que eres no está el ego animal, sino la conciencia primordial que creó algo de la nada. La fuerza creativa de todo lo que vive y respira está dentro de ti. Esta idea no es solo mumbo jumbo de autoayuda de la nueva era, sino que la ciencia moderna apunta en esta dirección. La naturaleza misma de la materia es la interconexión en el nivel cuántico.
Pasar de un mundo dominado por el ego a uno dominado por el espíritu no es un viaje fácil. Embarcarse en él, sin embargo, cambiará fundamentalmente la forma en que te sientes sobre ti mismo. Siéntete libre de acercarte a mí. ¡Me encantaría hablar contigo uno a uno! Namaste.