Pasaron dos largos años después de que ella me pidiera que me mantuviera alejada de ella. 12 de febrero de 2016, destino o coincidencia, ambos nos volvimos a encontrar en un restaurante el mismo día que la propuse, dos años en 2014. No como extraños de nuevo, esta vez con recuerdos. Me quedé paralizada ya que estaba tan feliz de volver a verla con nuestros amigos mutuos. No podía mirarme ya que probablemente se sentía culpable y abrumada o porque era indiferente. Las emociones dominaban la escena. All the Worlds a stage y los dos fuimos los protagonistas de la obra llamada LIFE. Compuse mis pensamientos, reuní el coraje y le estreché la mano y le dije “Hola” sonriendo afuera, pero llorando por dentro. El momento en el que guié su cabello detrás de sus orejas en la última imagen suya se reflejó en mi mente y todas esas emociones de amor y unión me preocuparon. Todo lo que pudo pensar fue: “Sé lo mucho que estás herido y no sé qué voy a hacer para compensarlo”. Nuestras mentes pronunciaron estas palabras y la otra persona descifró exactamente los pensamientos del otro. Y ambos nos fuimos diciendo un “Hola”, aún esperando que el otro estuviera contento. A veces el silencio dice más que mil palabras, con un significado más profundo. Las palabras retoman el escenario. El amor es mucho más que un sentimiento.
El verdadero amor espera con paciencia, pero a veces el verdadero amor solo no es suficiente. No hay tiempo pasado en el amor. Siempre amarás. Puede ser que el corazón intente sanar y aprenda a vivir con ese dolor, el mayor problema es silenciar la mente y seguir adelante. Si está destinado a ser, algún día lo será. Sólo el tiempo y el destino pueden responder. Tres años y todavía mi amor por ella no se ha desvanecido, ¡aunque me alejo por lo menos ella será feliz!