¿Cuál fue el momento en que sintió más pena por una persona sin hogar?

Cuando me convertí en uno mismo. Pero, en realidad pittied los no-sin hogar. No aprecié nada de lo que tenía en mi vida hasta que todo fue quitado. Todo en mi vida que siempre había querido, cada recuerdo de un recuerdo, todo lo que había construido y trabajado, e incluso todo lo que era tóxico en mi vida y estaba demasiado ciego para verlo. Mi año de estar sin hogar fue en realidad una de las mejores cosas que ha sucedido en mi vida hasta ahora. No te recomendaría exactamente que lo intentes, pero obtuve el despertar espiritual que necesitaba mi espíritu quebrantado.

El momento en que tuve la mayor pena por una persona sin hogar fue por una chica que conocí en la cárcel y luego me encontré nuevamente en la calle. Los dos estábamos sin hogar, lo junté y conseguí un apartamento, un automóvil y un novio.

Ella se presentó alrededor de Navidad. Estaba apestosa y sucia, no había ropa limpia, ni a dónde ir. La habría dejado quedarse pero estaba fuera de control.

Puede haber sido su estado mental, las drogas o sus medicamentos, pero ella estaba alucinando horriblemente y hablando en voz baja. Mi novio no tiene mi paciencia con los demás que muestran algún tipo de comportamiento que pueda distraer la atención de él, así que sentí que necesitaba hacer algo.

Qué hacer fue el problema. Allí, ella estaba sentada en mi pie, con las piernas cruzadas, murmurando lo más rápido que podía sobre faieries, alienígenas, su familia en Japón y los mapas del tesoro.

Ella me miró y vi en sus ojos que estaba aterrorizada. No podía controlar que su boca vomitara el gibberish que sus ojos y su cerebro enviaban a sus cuerdas vocales.

Creo que fue ese momento que sentí el dolor de su condición. Estaba abrumada por la compasión, me sentía tan mal por ella y me sentía horrible por no poder ofrecerle ningún consuelo que no fuera dormir en mi piso.

.

Recientemente he visitado la India. Veo muchas personas sin hogar. Pero una cosa me di cuenta de que son capaces de trabajar. Beben con el dinero que recolectan sentados aquí y allí perdiendo tiempo y rogando. Así que no me siento mal por su fortuna.

Hace años, iba al centro de Vancouver con algunos amigos para hablar con las personas que conocíamos. Había un hombre joven, un poco alto, que casi siempre estaría en una caminata rápida, yendo a alguna parte y sin embargo a ninguna parte. Una noche él estaba sentado en la calle, no se veía bien. Me acerqué a él pensando que lo invitaría a comer algo conmigo. Al acercarme, pude oler que se había ensuciado mucho. No podía llevarlo a ninguna parte así … … y muy poco podía hacer, así que lo dejé triste para ver qué pueden hacer las drogas a las personas.