Imagínese caminando hasta una mansión absolutamente hermosa, un trabajo arquitectónico prístino, una gema gigantesca en una cala encantadora que parece tan tranquila y pacífica como una hermosa pintura.
Sin embargo, abres las puertas a un montón de olores acumulados, con olor desgraciado, crecidas enmohecidas por todo el suelo, insectos y moscas que se acumulan en los diversos montones de suciedad.
De repente, esa hermosa gema no es más que un estuche para la colección de suciedad más fea.
No juzgo la belleza, juzgo el carácter y eso es lo que hace que una persona sea hermosa.