La mayoría de las veces, no puedes ocultar tus emociones. Se mostrarán en tu lenguaje corporal de manera subconsciente, a menos que practiques la conciencia plena y la autoconciencia lo suficiente como para atraparte. Aún los sentirás, pero puedes controlar cómo actúas sobre ellos si eres consciente de lo que sientes y por qué te sientes así.
En cuanto a controlarlos, no puedes. Solo puedes controlar tu reacción. La atención plena es una habilidad que le permite sentir esa emoción cuando la golpea, la observa y se pregunta si vale la pena actuar. Por ejemplo, cuando alguien te interrumpe en el camino, ¿te lanzas a un ataque de ira o dejas que la sensación pase? Esto no quiere decir que debas absorberlo, debes entender que algunas cosas no valen la pena y en pocas horas esto no afectará tu vida, así que déjalo.
Al practicar la atención plena, podría darse cuenta de que algunas cosas no valen su energía y es mucho mejor guardarlas para otra cosa. Pequeñas cosas que no tendrán ningún impacto en tu vida a largo plazo pueden caer en esa categoría.