Castigar es la palabra equivocada. Comience por entrenar o asesorar colocando incentivos para seguirlos, luego lentamente mientras crecen, hágales entender los pros y los contras de una situación y luego deténgalos, ya que se convertiría en un hábito que a la larga creará problemas.
Así que el coaching es el camino a seguir.