Al no compartir nada sobre ti, te estás convirtiendo en un introvertido complejo que en última instancia causará un trastorno mental. Está bien no compartir mucho sobre ti, pero demasiado siempre es evitable. Es saludable compartir detalles positivos sobre ti mismo. Ayuda a las personas a conocerte de la manera que deseas y les ayuda a no tener prejuicios contra ti. ¿Por qué quieres ser un fantasma misterioso dando vueltas y una ‘X’ para encontrar valor en casa?
Sí, no comparta sus cosas y problemas negativos, pero sí los comparta con personas altamente confiables, a quienes cree que definitivamente lo ayudarán. Hablar de sí mismo nos ayuda a conocernos mejor y aclarar nuestros propios conceptos erróneos sobre nosotros mismos y crecer: p. Compartir lo que encuentre no causa inseguridades y no debería hacerlo predecible. Y evitar el exceso de intercambio también.