Nadie entenderá nunca tus experiencias o las cosas que les dices de la misma manera que tú. La comprensión mutua nunca puede lograrse, pero eso no es razón para desesperarse. Cada vez que comparte una experiencia con alguien y cada vez que habla con ellos, da un paso más hacia la comprensión mutua.
Nunca dejas de construir tu relación con nadie. Cada interacción que tenga con ellos es valiosa y contribuye a su comprensión de ellos y de ellos. Preocuparse por saber si un amigo te entiende no es una solución, pero trabajar para entender a tu amigo sí lo es.