Cuando somos tres, hablamos. Cuando somos dos guardamos silencio. ¿Es eso el comportamiento humano normal?

No estoy seguro de por qué me pidió que respondiera: ¡Definitivamente no soy normal! 🙂

La mejor pregunta es si te gustaría o no hablar más cuando estás con tus amigos uno a uno. Si es así, entonces haz un esfuerzo. No hay truco de magia, solo encuentra una excusa para hablar y comienza a hablar. Ayuda tener una ayuda para la conversación, como un televisor, un videojuego, una revista, un alcohol o lo que sea …

Pero tal vez no te moleste el silencio y simplemente disfrutes la compañía del otro de esa manera; Si es así, esto también está perfectamente bien! 🙂

Un santo hindú que visitaba el río Ganges para bañarse encontró a un grupo de miembros de la familia en las orillas, gritándose enojados. Se volvió hacia sus discípulos, sonrió y le preguntó.

‘¿Por qué la gente grita con rabia, se gritan el uno al otro?’

Los discípulos pensaron por un momento, uno de ellos dijo: ‘Porque perdemos la calma, gritamos’.

‘Pero, ¿por qué deberías gritar cuando la otra persona está a tu lado? También puedes decirle lo que tienes que decir de una manera suave. preguntó el santo

Los discípulos dieron algunas otras respuestas, pero ninguna satisfizo a los otros discípulos.
Finalmente el santo explicó,.

‘Cuando dos personas están enojadas la una con la otra, sus corazones se distancian mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar para poder escucharse. Cuanto más enojados estén, más fuertes tendrán que gritar para escucharse unos a otros para cubrir esa gran distancia.

¿Qué pasa cuando dos personas se enamoran? No se gritan, sino que hablan en voz baja, porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es inexistente o muy pequeña …

El santo continuó: “Cuando se aman aún más, ¿qué sucede? No hablan, solo susurran y se acercan aún más en su amor. Finalmente, ni siquiera necesitan susurrar, solo se miran y eso es todo. Así de cerca están dos personas cuando se aman “.

Miró a sus discípulos y dijo.

‘Entonces, cuando discutas, no dejes que tus corazones se alejen, no digas palabras que se alejen más entre sí, o de lo contrario llegará un día en que la distancia sea tan grande que no encontrarás el camino para volver. Pueden terminar en tribunales de divorcio, por ejemplo.