Cuando tienes ganas de llorar, DEBES LLORAR. Llora todo fuera. Llora como un bebe. Confía en mí, funciona. El llanto es terapéutico. Aunque no sé nada acerca de los cambios en nuestros cuerpos durante o después del llanto, pero después de llorar, te sientes bien. Solo tienes una nueva confianza. Que ningún problema es insuperable. Acabas de obtener un nuevo disco para enfrentarte a este mundo grande y malo.
Sin embargo, en este proceso, no olvides lo bendecido que eres. Tienes lo que tantos otros solo sueñan. No olvides contar tus bendiciones. ¡Y no te olvides de agradecer al Todopoderoso por esas bendiciones!