Pensando demasiado. No puedo dejar de pensar en cómo todo es como es y por qué no es así. Y como la mayor parte de este pensamiento aleatorio no es de ninguna utilidad, me avergüenzo regularmente de perder mi tiempo en esas cosas.
La semana pasada tuve la idea de que el sistema solar es un átomo, ya que se parece a los electrones (planetas) que orbitan el núcleo (sol). Hice una búsqueda pero descubrí que no se parece exactamente a la estructura de un átomo. Si eso es, sin embargo, parcial o remotamente cierto, entonces la vida como la conocemos no tiene ningún sentido, lo que me hizo sentir deprimido durante toda la semana. Quiero decir, solo imagino que el sistema solar es un átomo en otro universo. ¿Qué significa eso por el amor de Dios?
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Entonces, esta semana comencé a preguntarme cómo pesaría Dios (si lo hubiera) mis acciones y me asignaría un cielo o un infierno. Lo cual no fue tan malo hasta que empecé a pensar dónde van los animales después de su muerte y sobre qué base. Entonces comencé a preguntarme cómo se vería el infierno para los perros y luego me sentí avergonzado nuevamente.