Tratar de “animar a alguien” es generalmente más una molestia que un servicio. Estar al servicio es sobre todo escuchar.
Una cosa que es difícil de encontrar cuando estás molesto es alguien que sabe escuchar. Escuchar no es [a] ofrecer consejos [b] ofrecer juicios [c] decirle a las personas que “piensen positivamente” [d] tratando de cambiar o solucionar el problema de alguien.
Escuchar es … um … escuchando. Es reconocer el estado mental de alguien, los sentimientos de alguien y tener algo de empatía.
La vida a menudo reparte lo que no queremos. No hay una cura milagrosa para cada trastorno. El pensamiento positivo no funciona tan bien como la gente quisiera creer. A veces el dolor es solo dolor y tienes que vivir con él. Lo que hace que estas y otras situaciones similares tengan sentido es cuando alguien puede mantener su dignidad y sus valores como persona, incluso ante el sufrimiento.
Ayudar a alguien a hacer eso es un privilegio, y la forma en que lo haces es escuchar sin reaccionar y juzgar. Solo reconozca lo que tienen que decir y esté abierto a escucharlo.
Cuando los humanos son capaces de enfrentar las cosas feas y simplemente “estar con eso”, se vuelven más libres y pueden comenzar a pensar en las posibilidades que podrían haber perdido. Pero primero, uno debe reconocer lo que es. El oyente ayuda con eso.