¿Qué haces cuando te enojas con tus circunstancias?

La única respuesta es sugerir y seguir sus instintos primarios, si siente la necesidad de golpear … según sea el caso … hágalo, no dude.

Si la situación es mala debido a algún otro factor que no sea el humano, entonces analice la situación, alimentada con su ira, y proceda según corresponda.

Haga esto más de una vez y seguramente obtendrá la idea del manejo de la ira.

No hay maneras seguras de controlarlo psicológicamente, cada acción que tomamos depende de nuestros recursos para manejarlos, lo que incluye, entre otros, finanzas y fuerza. Si lo tiene, haga alarde, si no, entonces no lo haga. ‘t

La ira es principalmente un hábito, que hemos adaptado, como una demostración de poder, o una herramienta normal para hacer las cosas. Estos dos requisitos no son una razón genuina para la ira. Si la ira es un desencadenante interno para enfrentar la injusticia, o para proteger a su patria en un campo de batalla, es un multiplicador de energía.

Cuando hay circunstancias en las que no puede tomar medidas correctivas, su incapacidad se transforma en ira. Esto no es saludable. Se detiene la lógica que puede encontrar otras alternativas para enfrentar la situación. Crea complejo de inferioridad, que está depreciando nuestra energía. Se nubla el pensamiento claro y lógico. La mejor manera es mantener la mente fresca y estable. Un botón de pausa en su mente, y alejarse un poco del lugar, son buenos hábitos, para dar espacio a la lógica para hacerse cargo.

A veces las circunstancias son tales, que nada se puede hacer. Es sabio aceptar la posición, por muy mala que sea. Nos protege de peores resultados.

Las circunstancias que le pedimos a Dios que cambie son a menudo las circunstancias que Dios está usando para cambiarnos. Creo firmemente en esto. Como seres humanos, todos tenemos un límite de paciencia y, por supuesto, a menudo todos nos enojamos con nuestras circunstancias. Pero la cuestión es en este momento, todo lo que necesitamos es fe en Dios. Solo enfríese, cierre los ojos y ore a Dios.

Él sabe todo más que nosotros. Él responderá por usted todas las circunstancias en las que está enojado.

Solo cree. Espero que esto te ayude.

No he podido ser un profesional para controlar mi ira en toda su extensión. Pero, ciertamente lo intento mucho !!!

Cada vez que me enojo, pienso en las consecuencias horribles o totalmente innecesarias en las que resulta. De esa manera, lo controlo.

La clave es dejar ir. Quédate quieto por un segundo y piensa, ¿va a hacer algún bien? Tu enojo por una fracción de segundo te duele a ti y a tus seres queridos. Que no vale la pena.

Cállate y entiende la situación.