Cada vez que veo a mis gatos, tengo ganas de llorar porque son muy puros; ¿es normal?

Creo que es normal. Cuando miro a mi amigo, mi mejor amigo, puedo tener los ojos llorosos porque es muy dulce y me encanta. Nadie más ha querido estar conmigo como ella, y a veces, cuando la estoy cepillando, me siento muy triste porque sé que ella está muriendo un día y no puedo hacer nada para evitarlo. Ella solo me mira con todo el amor que tiene en su corazón y eso me mata. Así que, me lo chupo, me pongo mis bragas de niña grande y le digo: “¡Vamos al parque!”. Le encanta eso, y aprovechamos al máximo el tiempo que tenemos juntos. :.)

—Porque consideraré a mi gato, Jeffrey.

Porque él es el siervo del Dios viviente …

-Christopher inteligente.

Un poema realmente genial. Te animo a que lo busques en google y lo leas todo. Es largo pero brillante.