Las siguientes cosas me ayudan a no sentirme como basura todos los días:
- Que soy lo suficientemente afortunado de no estar entre esas personas ‘especialmente capacitadas’ (con el debido respeto a ellas) que carecen de disfrutar de esta vida por completo debido a la respectiva discapacidad.
- Que soy bendecido con una buena y cariñosa familia.
- que soy capaz de alimentar a mi familia adecuadamente.
En pocas palabras, le agradezco a Dios todos los días por las cosas que ÉL me ha dado en lugar de llorar por aquellas que no tengo. Puede haber cosas enormes que no poseo y puedo sentir como basura todos los días por falta de estas cosas, pero paralelamente poseo muchas otras cosas hermosas que no todos tienen, lo que me da felicidad.