Ora al alma del pollo en el lenguaje del pollo. Esa es la única manera de redimirse. Quién sabe, también podrías terminar con una visión del Dios del pollo, que te bendecirá y te convertirá en un pollo en sí mismo. OMFG, ¿acabo de presenciar un milagro? Te veo, pollo!
En serio aunque, vete a dormir. Despierta, caca y olvídate. Y luego vuelve a tener pollo si te apetece. Está bien.