Este tipo de pregunta es realmente imposible de responder con precisión porque se refiere a tiempos prehistóricos y porque la terminología es incierta. La democracia de hoy no se parece en nada a ninguna forma de gobierno que existió hace más de 1.000 años. El significado de la democracia entonces era que las personas de igual estatus recibían igual importancia.
En otras palabras, el voto de una persona tiene tanto peso como el voto de otra persona AL MISMO NIVEL. Por ejemplo, el voto de Henry Kissinger para POTUS habría tenido mucho más peso que el voto de un conserje escolar. Pero el voto de Cyrus Vance habría tenido el mismo peso que el de Kissinger.
Un ciudadano no era cualquiera que naciera en el país. Prácticamente todos habrían sido ciudadanos romanos o griegos, según esta definición. Un ciudadano era una persona de una familia noble. Aunque no había reglas claras, todos entendían lo que era una familia noble. Una persona común podría convertirse en ciudadano si César o el Senado (en el caso de Roma) lo elevaron a la condición de ciudadano. Las mujeres nunca fueron ciudadanas.
Dar a todos un voto, no importa un voto igual, habría sido considerado no solo estúpido sino absurdo, en esos días. Los líderes tomaron en cuenta los sentimientos y las necesidades de las personas. Sin embargo, fueron los líderes quienes tomaron las decisiones, independientemente de cómo se sintiera o votara el público en general.
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Cada reino tenía su propio tipo de gobierno. No existía el sufragio universal ni ningún tipo de sistema de votación adoptado universalmente. Tampoco había ningún tipo de identificación del gobierno. No hubo partidos políticos y, por lo tanto, por supuesto, no hubo afiliación o liderazgo de partidos. Ningún reino era tan grande como la ciudad de Nueva York. Los reinos transcontinentales existieron, brevemente. Sin embargo, incluso los reinos transcontinentales no tenían un gobierno democrático, ni en la India ni en ningún otro lugar del mundo.