Hay mucha diferencia en estar solo y sentirse solo. Estar solos es una elección que hacemos para conectarnos con nuestro ser interior, participando en actividades que nos interesan sin tener a nadie que nos juzgue o nos guíe. Es una técnica rejuvenecedora. Por otro lado, sentirse solo es una situación de desesperación cuando no estamos de acuerdo con las personas que nos rodean. Aunque rodeados de mucha gente, nos sentimos completamente perdidos. A pesar de la cacofonía que nos rodea, nuestro silencio interior nos envuelve. Y de acuerdo a mí, es el desinterés en el tema de discusión o las personas mismas pueden ser la causa principal para hacer que uno experimente la soledad.
Dicho esto, si en un grupo de 3 amigos, un observador se da cuenta de que solo 2 personas conversan activamente, sin la interacción del tercer amigo, podría significar que el tercer amigo no está de humor para participar en la conversación. Esto suele suceder cuando los otros dos amigos no hacen contacto visual con todos los amigos o si no pueden conectarse con las opiniones expresadas por el tercer amigo. Eso hace que el tercer amigo se sienta abatido, lo que le permite permanecer en silencio y desinteresado. Esta es la experiencia más frecuente que atravieso cuando mis amigos evitan llamar mi nombre o mirarme a los ojos cuando me hablan.