¡Yo sé lo que quieres decir! 🙂
Personalmente, no me permito aferrarme a las autoevaluaciones como “Tengo baja autoestima”. Esa es una categoría, es una idea fija sobre ti mismo, ese tipo de pensamiento tiende a convertirte en una cosa: un objeto con propiedades estáticas, como una silla o una roca.
Encuentro que los seres humanos son mucho más complejos y multidimensionales que las rocas y las sillas, por lo que no creo que tenga sentido adoptar un conjunto de categorías para clasificarse a mí mismo y a otros, lo que lleva a “clasificar a todos” en pequeños cubículos, incluyéndome a mí mismo, y eso te lleva a quedarte atrapado en un conjunto fijo de creencias sobre ti mismo.
Nuestras mentes tienen una especie de picazón que siguen intentando rascar: la picazón es el deseo de una identidad clara y nítida, una autoimagen muy clara y positiva, estable y siempre presente. Por eso es que nos clasificamos a nosotros mismos y a los demás de manera tan agresiva, se trata de que el ego intente hacerse lo más real posible y de validar esa identidad.
Pero eso es más como un mal funcionamiento que una característica psicológica deseable. Prefiero aprender a vivir con la picazón que rascarla todo el tiempo. “Vivir con la picazón” es poder tolerar la incertidumbre acerca de su identidad, estar dispuesto a no saber quién es usted y seguir funcionando en la vida.
Cuando puedes hacer eso, entonces tu mente se abre más: tienes menos de un muro alrededor de ti mismo, y estás más en contacto con tu membresía en la humanidad: todos pertenecemos a la vida entera, y nos preocupamos por todo. ser un individuo muy especial y único es un tipo de preocupación por el ego que tiende a aislar a las personas.
Así que trato de cuidarme de eso … para atraparme cuando empiezo a pensar que “soy un tipo particular de persona”, o para preocuparme por mi autoestima, etc. Esas ideas rígidas de uno mismo no son muy útiles para Permitiéndote sentir tu pertenencia a la vida.