Es un ejercicio de señalización.
El mensaje es más o menos como sigue: “Elija uno de los nuestros, o castigaremos a todos por elegir uno de los suyos”.
Por supuesto, el otro lado de este fenómeno es que cuando hablamos de política, somos criaturas parciales. Estamos perfectamente dispuestos a pasar por alto como “inofensivas” las acciones de aquellos que están de “nuestro lado”, mientras que las realizadas por el “otro lado” son EXTRAÍVIDAS. Es una cuestión de perspectiva.