Cómo hablar con personas de autoridad.

Carter, esa es una muy buena pregunta. Depende de la fuente de su autoridad y del tema en cuestión. También debe tener en cuenta el papel que desempeñan en su vida, por ejemplo, el daño que podrían causarle físicamente, financieramente o en su reputación.

Siempre sea respetuoso y educado pero no sicofántico. Párese derecho, haga contacto visual directo y hable con una voz normal. Si se reúne con ellos la primera vez, asegúrese de que su apretón de manos sea firme pero no excesivamente. Esa es una señal de que intentas ser el Alfa y si tienen autoridad sobre ti, ese no es el caso. Trate de no sonreír reflexivamente, en exceso o con demasiada frecuencia. Está bien sonreír al ser presentado. Esté atento, pero no debe asentir ante todo lo que dicen. Quieres que te encuentren simpático, pero también digno de respeto.

Si se trata de una parada de tránsito por parte de un oficial de policía, responda sus preguntas de manera breve pero sincera. Dirígete a ellos como señor, pero de nuevo no muy a menudo. No quieres parecer sincero.

Si este es un supervisor en el trabajo que ve día tras día, depende de su personalidad. Trata las órdenes como lo harías en el ejército. Sé respetuoso, pero deberías poder estar mucho más relajado al respecto, dependiendo de qué tan anal sea la cultura. El objetivo es hacer que su supervisor se sienta como usted, respetarlo y depender de usted.

En casa, se parece mucho al trabajo, pero entre las siguientes órdenes, el contacto visual debería ser más largo y las sonrisas entremezcladas con otras expresiones atractivas. Los abrazos son aconsejables. Al igual que tu jefe en el trabajo, haz que tu objetivo sea siempre hacer que se vea y se sienta bien. En la conversación, sustituye a ‘mam, con hon, luv y cariño. Haga un uso liberal de “Sí”, “por supuesto” y “de inmediato”.

Si piensa en otras figuras de autoridad con las que se encuentra, consulte las pautas generales en la parte superior.

Sé asertivo con ellos. A menudo las personas se sienten inferiores a las de la autoridad y esto no es necesario. Trate de no colocarlos en un pedestal y recuerde que son humanos como usted y que tienen fortalezas y debilidades. Sea firme, confiado y asertivo en su forma de comportarse y en su forma de hablar. Esto hará que se sientan más cómodos con usted y que usted también se sienta más cómodo.

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