“ La mayoría de las veces, la sustancia vital del Tiempo se echa sobre el espíritu del Hombre en su hora final. Cuando toda esperanza se pierde. Entonces, y la mayoría de las veces solo entonces, que un Hombre contempla de manera profunda y profunda exactamente lo que su exigua vida representó. ¿Qué había logrado realmente en todos esos años en esta Tierra? Desea regresar a un sueño caprichoso del cual no puede escapar, el eco de un recuerdo, recordando un momento profundo de verdad, de trauma, de gloria, que lo definió. Sin embargo, a pesar de sus mejores intenciones y sus miedos más profundos, uno nunca puede regresar. No, el flujo del Tiempo no sufrirá su ruptura. Continuará: senderos serpentinos cada vez más sinuosos mientras exhala por última vez. ”
-Magnus Va’aros Auru’in – perteneciente a uno de varios cuentos