Cuando no recibimos ningún servicio a nuestro deseo, nos enojamos y mostramos nuestra angustia. Al ser un cliente, creemos que es nuestro derecho obtener el servicio deseado. También sabemos que si somos agresivos, el trabajo se hace. Ahora hay muchas buenas razones, que los servicios no son rápidos y con el estándar deseado. También hay malas razones. Los proveedores de servicios han hecho reglas a su conveniencia. Por ejemplo, han hecho su parte de comunicación simplemente dando un sms. No puedes responder, así de simple. La persona en la atención al cliente trabaja como mensajero, sin ninguna responsabilidad. Muchos trabajadores no cumplen con su promesa y tienen reglas que los respaldan. Los clientes están en el extremo receptor, y naturalmente están enojados.
El otro lado también es cierto. Por buenas razones, la pronta entrega del servicio puede no ser posible. Un cliente razonable cooperará, pero pocos harán un escándalo y mostrarán su poder con gritos. Una buena técnica de comunicación, el respeto mutuo, es la respuesta para manejar los problemas.