Porque no podemos dormir todo el tiempo. Tenemos que estar despiertos alguna vez. Y estar despiertos es sentirnos solos. Sentimos la necesidad de probar que existimos en absoluto. Y así gritamos y gritamos y hacemos marcas para mostrar que estamos vivos y que nosotros, como individuos, existen y importamos. Cuando estamos despiertos, tememos que estemos verdaderamente solos en este universo porque, cuando estamos despiertos, parece que podría ser cierto y estar completamente solo y no haber importado es algo que la gente teme.
En un sueño, nunca estamos solos. Podemos sentirnos como si estuviéramos con otros, pero no hay sensación de soledad existencial. Podemos querer y desear mucho tiempo, pero ese miedo profundo se pierde en el sueño. Porque mientras dormimos, regresamos al útero, donde todo era cálido, seguro y pacífico, y nunca estuvimos solos.