Tal vez ella sienta que su vida romántica no es de tu incumbencia. Suena mal. Pero, en realidad no lo es. Ella sabe que te gusta ella. Es su forma educada de protegerse a sí misma y a sí misma de la conducta crítica que sigue a los celos. ¿Por qué él y no yo? Es innecesario el estrés.
La amistad es realmente difícil de encontrar. Si a ella no le gustas de esa manera, ¿por qué arruinar algo bueno con conflictos de intereses? Ese es muy probablemente su razonamiento. Me ha pasado antes. Me explicaron muy seriamente que a quién le gusta o con quién sale no es de mi incumbencia. Y yo estaba amargada. Me sentí traicionado. Pero es verdad. No soy el centro del universo. Nadie tiene que responderme. La vida se hizo mucho más fácil después de aprender esto.
También es útil aplicar este razonamiento a mi matrimonio. Yo no ‘poseo’ a mi esposa. Sé que debo ganarme afectos y favores todos los días como si todavía estuviéramos simplemente saliendo. Y si no merezco saber lo que sucede en la vida de mi esposa, no es asunto mío. Diferente mujer de la anterior. Es el respeto mutuo y los límites honestos que impulsan mi matrimonio feliz.
La amistad no es diferente. La amistad es una calle de dos vías. Pero, necesita saber qué es privilegiado y qué se comparte. Aprenderás que nadie te debe nada. No hay literalmente ningún privilegio en relación con otra persona.
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Espero que esto ayude. Solía insistir mucho en este asunto en mis años de escuela secundaria. Más aún en mis primeros 20 años.
No tuve estas epifanías hasta poco antes de casarme.