Céntrate en cómo respondes a los ataques y en lo que harás con tu enemigo en lugar de lo que tu enemigo te hará. Si estás demasiado ocupado enfocado en que tu enemigo te golpee, entonces serás golpeado. Aprende a ver el miedo como una bendición que como una maldición. Sin miedo, no serías capaz de responder rápidamente a situaciones violentas. El miedo es lo que hace que tus sentidos aumenten y la adrenalina se active. Lo que no quieres es congelarse durante una pelea. También ayuda a someterse a un entrenamiento intenso e imaginar el peor escenario. Muchas personas tienden a racionalizar las cosas y pensar en pensamientos felices cuando todo lo que hace es empeorar el miedo. Si quieres aprender cómo superar el miedo, revisa mi publicación:
Cómo superar tu miedo a la lucha.