Nuestras acciones están siempre respaldadas por razones. Pensamos constantemente en cómo considerar algo que se nos ocurre y, como resultado, los sentimientos se activan. La forma en que nos sentimos acerca de algo y lo que hacemos con él, siempre tiene un patrón bien aprendido en nuestro cerebro. Si nos entrenamos a nosotros mismos para dar una razón para no ser molestados por la siembra, ciertamente es posible hacerlo.
Así que simplemente comienza a darte una razón para no estar molesto y podrás alcanzar cualquier estado tuyo, ya sea que estés tranquilo. El control se logra mediante el conjunto de datos que seguimos dando a nuestro cerebro.