1. Brazos cruzados y piernas señal de resistencia a tus ideas.
Los brazos y piernas cruzados son barreras físicas que sugieren que la otra persona no está abierta a lo que está diciendo. Incluso si están sonriendo y participando en una conversación agradable, su lenguaje corporal cuenta la historia. Gerard I. Nierenberg y Henry H. Calero grabaron en video más de 2,000 negociaciones para un libro que escribieron sobre la lectura del lenguaje corporal, y ni una sola terminó en un acuerdo cuando una de las partes tenía las piernas cruzadas mientras negociaba. Psicológicamente, las piernas o los brazos cruzados indican que una persona está mental, emocional y físicamente bloqueada de lo que tiene delante. No es intencional, por lo que es tan revelador.
2. Las sonrisas reales arrugan los ojos.
Cuando se trata de sonreír, la boca puede mentir pero los ojos no. Las sonrisas genuinas llegan a los ojos, arrugando la piel para crear patas de gallo a su alrededor. Las personas a menudo sonríen para ocultar lo que realmente piensan y sienten, por lo que la próxima vez que quiera saber si la sonrisa de alguien es genuina, busque arrugas en las esquinas de sus ojos. Si no están ahí, esa sonrisa está escondiendo algo.
3. Copiar tu lenguaje corporal es algo bueno.
¿Alguna vez ha estado en una reunión con alguien y ha notado que cada vez que cruza o cruza las piernas, hace lo mismo? ¿O quizás inclinan su cabeza de la misma manera que la tuya cuando estás hablando? Eso es en realidad una buena señal. Reflejar el lenguaje corporal es algo que hacemos inconscientemente cuando sentimos un vínculo con la otra persona. Es una señal de que la conversación va bien y que la otra parte está receptiva a su mensaje. Este conocimiento puede ser especialmente útil cuando está negociando, porque le muestra lo que la otra persona realmente está pensando en el trato.
4. La postura cuenta la historia.
¿Alguna vez has visto a una persona entrar en una habitación, e inmediatamente, has sabido que eran los encargados? Ese efecto es en gran parte sobre el lenguaje corporal, y con frecuencia incluye una postura erguida, gestos realizados con las palmas hacia abajo y gestos abiertos y expansivos en general. El cerebro está cableado para equiparar el poder con la cantidad de espacio que ocupa la gente. Ponerse de pie con los hombros hacia atrás es una posición de poder; parece maximizar la cantidad de espacio que ocupas. El encorvarse, por otro lado, es el resultado de colapsar tu forma; Parece que ocupa menos espacio y proyecta menos energía. Mantener una buena postura exige respeto y promueve el compromiso, ya sea que seas un líder o no.
5. Ojos que mienten.
La mayoría de nosotros probablemente crecimos escuchando: “¡Mírame a los ojos cuando me hablas!” Nuestros padres operaban bajo el supuesto de que es difícil mantener la mirada de alguien cuando les estás mintiendo, y hasta cierto punto tenían razón. . Pero ese conocimiento es tan común que las personas a menudo mantienen contacto visual deliberadamente en un intento por encubrir el hecho de que están mintiendo. El problema es que la mayoría de ellos sobrecompensan y mantienen el contacto visual hasta el punto que se siente incómodo. En promedio, los estadounidenses mantienen contacto visual de siete a diez segundos, más tiempo cuando escuchamos que cuando hablamos. Si estás hablando con alguien cuya mirada te está haciendo retorcerse, especialmente si están muy quietos y sin parpadear, algo está pasando y puede que te esté mintiendo.
6. Las cejas levantadas señalan malestar.
Hay tres emociones principales que hacen que tus cejas se enojen: sorpresa, preocupación y miedo. Intenta levantar las cejas cuando estás teniendo una conversación informal relajada con un amigo. Es difícil de hacer, ¿verdad? Si alguien que te está hablando alza las cejas y el tema no es uno que lógicamente causaría sorpresa, preocupación o miedo, hay algo más en juego.
7. Señales de ansiedad exageradas señalan ansiedad sobre la aprobación.
Cuando le dices algo a alguien y asienten excesivamente, esto significa que están preocupados por lo que piensas de ellos o que dudan de su capacidad para seguir tus instrucciones.
8. Una mandíbula apretada señala estrés.
Una mandíbula apretada, un cuello apretado o una frente fruncida son signos de estrés. Independientemente de lo que diga la persona, estos son signos de considerable incomodidad. La conversación podría estar profundizando en algo que les preocupa, o su mente podría estar en otra parte y se están enfocando en lo que los está estresando. La clave es estar atento a esa discrepancia entre lo que dice la persona y lo que le dice su tenso lenguaje corporal.