Es importante darse cuenta y comprender con seriedad lo que se convierte en una niña pequeña que aspira a ingresar en la condición de mujer sin ningún atisbo de educación. Al privarla de la educación la mantenemos vacía e insatisfecha. Está aislada del mundo de las teorías, las ideas, los inventos, la sofisticación y la gravedad del intelecto y cómo el intelecto solo puede mantener unido al mundo, haciéndola darse cuenta de la esencia de ‘El’ y Ella ‘. Ese “Él” y “Ella” no están aquí para anularse o superarse, sino para gobernar juntos.
Una niña sin educación, en el verdadero sentido de la palabra, está subordinada solo a su encanto, brillo y todas las miradas a su alrededor, solo para satisfacer su deseo invencible de interactuar y atraer. Esta sumisión de los suyos en la adolescencia resulta en su subordinación a los hombres cuando alcanza la condición de mujer. Sin ningún tipo de vigilancia moral de las familias, esta subominación conduce a una ocupación miserable de la prostitución. En este estado de ánimo, todo lo que le importa es su dependencia. Ella se ve a sí misma como una cosa de arte, una pieza de literatura, una melodía, un trazo de pincel sobre un lienzo que necesita ser preservado y cuidado en las palmas de los hombres. Esto se vuelve aún más prominente en las familias más ricas, donde su sumisión se convierte en una cosa de lujo que proporciona nada más que la profundidad del vacío al que se somete.
Uno tiene que entender que su obsesión con el atractivo físico es el resultado de su impotencia y la falta de medios para sentirse empoderado. Su encanto se convierte en una forma de potenciarse para conquistar a los hombres, pero en el proceso se mercantiliza a sí misma, su racionalidad sufre, abandona su verdadera esencia y solo prevalece el caos. Este caos y el caos solo se convierten en la razón del maltrato y los malentendidos que los hombres infligen a las mujeres.
Una chica bien leída siempre se convertirá en una mujer verdaderamente empoderada, empoderada con intelecto. Una mujer que valorará la verdadera esencia de ella al traer un ser a este mundo, traer una vida. Ella inspirará a los hombres para que valoren la vida que les inyecta y, a su vez, se inspirará en los hombres para valorar el trabajo, que se considera como la esencia de un hombre. Nutrirá su fuerza física, y se llenará de intelecto y voluntad de involucrarse en la laboriosa tarea.
Necesitamos educar a una chica para darle una nueva definición a su belleza por completo. Ella misma hará que este mundo entienda esa definición. Ella será la razón de la salvación de los hombres.