Interés genuino en otra persona.
Su manifestación difiere según las partes involucradas y sus preferencias: a una persona que pregunte por su día se tomaría como la mejor forma de atención, y otra persona tomará este mismo acto como una invasión de su privacidad.
Por lo tanto, todo depende de lo que le guste a la otra persona y de si le importa lo suficiente o lo suficientemente compatible con esa persona para proporcionarle la atención adecuada.