¿Amarías a quien odias o odias a quien amas?

No. No amo a nadie a quien odié. Y no odio a quien amo.

Porque donde hay amor no hay odio.

Si amas a alguien o amas a alguien no puedes odiarlo. Si tienes muchas razones para odiarlas, tienes razones para amarlas. Puede que no puedas amarlos, pero nunca puedes odiarlos. Este es el poder del amor.