Cambia tu lenguaje corporal y evita hablar de trabajo. Tus amigos probablemente captan las señales que envías inconscientemente. Por ejemplo, si cruzas los brazos, esto indica descontento y desaprobación. Desea transmitir calidez y apertura para disipar esta sensación de competitividad y así posicionarse con los pies abiertos y las palmas abiertas y mirando hacia arriba. Sonríe, pero no lo obligues. La gente sabe que es una sonrisa genuina cuando hay “patas de gallo” en la esquina de sus ojos.
El trabajo y las clases son temas comunes en las conversaciones, pero si tus amigos te están generando vibraciones competitivas, trata de evitar estos temas. En su lugar, hable sobre cosas que lea en las noticias o sobre planes de fin de semana. Los temas de conversación son importantes, así que elige con cuidado.