Tu culpa está cumpliendo un propósito, aunque sea un tanto perverso. Estás eligiendo castigarte mucho después de que la otra persona a la que lastimaste haya avanzado. Tal vez usted no ganó su perdón. Quizás no fuiste completamente sincero en tu remordimiento. Se aferra a este problema para permanecer en un estado de dolor emocional. ¿Con qué propósito? A algunas personas les gusta la postura de la tragedia. Podría ser que refuerce la autoimagen negativa que has desarrollado.
Tienes que seguir adelante. Sea dueño de lo que hizo, acepte su responsabilidad por él, permita que forme sus decisiones en el presente y el futuro para evitar repetir los mismos errores, y déjelo ir. Esto tomará un esfuerzo consciente. Permanecer en este estado no sirve a nadie, ni a la persona que lastimó, ni a usted, ni a otras personas con las que podría participar de manera positiva. Perdónate a ti mismo. Todos cometemos errores, todos somos capaces de lastimar a los demás y, sin embargo, tenemos que seguir adelante con nuestras vidas. Muéstrate la misma compasión que le mostrarías a alguien más. Si sinceramente lamentas lo que hiciste y no tienes intenciones de volver a hacerlo, entonces has aprendido lo que necesitabas aprender.