En primer lugar, este no es un estado esclavo con la propiedad de otras personas como norma. Por lo tanto, usted no tiene derechos de propiedad y no puede “deshacerse” de otros conocidos.
Hacer caso omiso del valor humano esencial de otra persona es otra historia. Si le das la espalda a otra persona (supongamos que su amistad es beneficiosa) eres el perdedor en el trato y no la persona “descartada”. Sin embargo, no puedes guardarlos como posesiones ni tampoco tirarlos.