- Si no es por ninguna razón, pero para irritarte y molestarte, te sentirás súper frustrado y enojado. Es posible que tengas ganas de romper cosas y llamar su atención.
- Si has cometido algún error y te evitan para que te sientas culpable, te sientes impotente e irritado.
Sin embargo, ser ignorado nunca es agradable. Es torpe, irritante y bastante intimidante.