De ningún modo. De hecho, diría que es una bendición ser un ser humano emocional. Las personas emocionales pueden entender a los demás mucho mejor que las personas lógicas. Ser capaz de sentir es lo que nos hace humanos. Y poder sentir por los demás nos hace humildes. Lo más importante es no mentir al respecto. Porque si le dices a los demás que no eres emocional pero dentro de ti, entonces la gente puede sufrir de formas que ni siquiera puedes imaginar y no podrías expresarte porque antes les dijiste que las emociones no te dominan. Puedes herirte de las formas más terribles.
Las emociones no nos debilitan, nos hacen humanos.
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