¿Por qué las personas con trastorno de personalidad dependiente sienten dolor emocional cuando están solas?

El trastorno de personalidad dependiente es una condición crónica en la cual las personas dependen de otros para satisfacer sus necesidades emocionales y físicas. Se caracteriza por una necesidad generalizada y excesiva de ser atendida que puede conducir a un comportamiento sumiso. Las personas que la padecen a menudo sienten pesimismo y dudas y tienden a menospreciar sus habilidades. Tienden a ser extremadamente sensibles a la crítica y la desaprobación y son sumisos para no perder apoyo o aprobación. También tienen un miedo intenso al abandono. Aunque las causas aún no se han definido claramente, se cree que se debe a una mezcla de factores biológicos, genéticos, sociales y psicológicos.

Las personas que la padecen pueden tener una autopercepción excesivamente negativa que les hace creer que son incapaces de tomar decisiones, mostrarse iniciados o cuidarse de manera adecuada. Tiene sentido, entonces, si se los deja solos, sentirán dolor emocional. No podrán satisfacer sus necesidades emocionales o físicas satisfactoriamente sin la guía o el consejo de otros. Ser forzado a tomar decisiones, tomar la iniciativa y asumir responsabilidades puede llevar a resultados perjudiciales, ya que carecerán de confianza en su capacidad para tomar decisiones y, si se produce un resultado negativo, sus estados emocionales empeorarán. Por lo tanto, su profunda creencia de que no pueden hacer las cosas sin consejo y seguridad, junto con sus problemas de abandono y la incapacidad de satisfacer las necesidades, puede llevar a un intenso dolor emocional que probablemente se volverá cada vez más intenso cuanto más tiempo se queden solos.

El dolor emocional está listo allí, la soledad es lo que les permite sentirlo. Todos los trastornos de la personalidad se desarrollan a partir de un trauma emocional profundo, y muchos de los síntomas existen como un mecanismo de afrontamiento para lidiar con ese dolor. Una personalidad dependiente cubre el dolor con dependencia de los demás. Una personalidad antisocial se ocupa del dolor al cerrar la capacidad de sentir en absoluto. Una personalidad límite se distrae del dolor creando un caos emocional. Quita cualquiera de estas cosas, y el dolor volverá a inundarse.

Cuando una persona pone todos sus huevos en una canasta, como obtener placer solo por la interacción con otras personas, y la canasta no está allí, sienten el dolor del vacío. No hay placer, así que solo sentimos el dolor del aburrimiento, tal vez un poco de ansiedad o pánico, sentimientos de inutilidad, desesperanza, depresión.