Tienes un vecino que está explotando su sistema de música.
1. Habla con ellos, que es un paso básico. Explique sus problemas. Dígales lo irracional que es el volumen.
2. En un enfoque sarcástico: llamar a la puerta, entrar. Empieza a bailar o cantar y ser terco. No te vayas hasta que te escuchen.
3. Si quiere abstenerse del segundo punto y el primero no funciona, amenácelos. Digamos que presentará una queja al propietario o, peor aún, a la policía.