¿Por qué si pienso en algo y me emociono, ya no quiero hacerlo?

Probablemente porque tienes miedo de no conseguirlo. Tal vez realmente quería algo cuando era niño, se emocionó y le dijeron que no lo merecía o que estaba decepcionado de alguna otra manera. El subconsciente es muy poderoso en situaciones como esta y funciona como un cortocircuito protector. La decepción es muy profunda, especialmente para los niños, por lo que su subconsciente quiere protegerlo de todo lo que ocurra nuevamente. La emoción es probablemente el desencadenante que apaga tu deseo.

Para obtener la respuesta, examine sus creencias en torno a querer algo o sentirse emocionado por ello. Si empiezas a tener creencias como “nada bueno puede salir de esto”, entonces tienes tu respuesta. Vea si puede reemplazar sus creencias negativas con algo más positivo.