Un hombre ciertamente puede sobrevivir sin tener una mujer en su vida. Puede tener éxito en los negocios, estar en forma, ser fuerte y autosuficiente, pero nunca encontrará plenitud o plenitud en su vida espiritual interior, hasta que sea capaz de dar y recibir amor romántico.
Como niños, todos los seres humanos son necesariamente egocéntricos. Esperan que sus necesidades sean satisfechas incondicionalmente. Sin embargo, a medida que las mujeres maduran, una programación “cuidadora” comienza a desarrollarse, preparándolas para su papel en la creación y la nutrición de la próxima generación.
Los hombres no vienen por las nobles cualidades de la compasión, el perdón y la abnegación, naturalmente, se alimenta en ellos por sus madres. Aun así, su papel primordial como guerrero, defensor y proveedor hace que entierren estos sentimientos más suaves en lo profundo de su psique, en favor del desarrollo de esas características que consideramos “masculinas”.
- ¿Por qué me siento culpable por comprar un teléfono caro?
- ¿Por qué siento una sensación de hormigueo en mi cuerpo al ver a una persona necesitada?
- ¿Por qué las personas sienten que pueden decirle a otras personas a quién deben o no deben amar?
- ¿Se considera ‘ansiedad’ un sentimiento normal?
- [ALERTA DE SPOILER para Star Wars: The Force Awakens] ¿Cuándo será aceptable decir en voz alta la muerte de Han Solo sin sentirse mal por echarse a perder?
Sin alterarse, estas fortalezas eventualmente se convierten en debilidad, dando paso al cinismo, la ira, la agresividad, el miedo y el auto reproche. Sólo las emociones más positivas de amor, conexión, comprensión, entrega y optimismo pueden enfriar el fuego del núcleo interno de un hombre.
Esto se expresa mediante el simple pero esencial concepto de yin y yang. Ambos elementos deben estar presentes en todas las situaciones para que haya equilibrio, salud y paz.
Solo en relación con una mujer, un hombre puede recordar la ternura de su infancia y comenzar a abrazarla como propia.
-Shane