Dos razones. Primero que todo, él es tu padre, siempre sospecha de tus actos (puede o no revelarlo, solo depende de la personalidad). Segundo, puedes decepcionarlo una vez y él simplemente no lo asegura.
En cualquier caso, él es tu padre, cuando veas que insiste en no confiar en ti, mira sus ojos y dile “gracias papá” y abrázalo porque todavía te está cuidando. Si pregunta por la razón de tu conducta, ¡dile que tienes suerte porque su padre todavía se pregunta por ti!