Yo también lo siento. Suele pasar en mis sueños.
La capacidad de flotar o volar a voluntad es una de las fantasías de superpotencias más comunes …
… porque el apego humano a la tierra es una de nuestras restricciones más básicas y ubicuas.
Somos eternos prisioneros de la gravedad. Claro, tenemos máquinas complejas que nos permiten estirar momentáneamente esos límites, pero una vez de regreso en la Tierra solo volvemos a recordar el cruel y duradero control de la gravedad en nuestros cuerpos.
- ¿Qué se siente cuando no tienes a nadie con quien compartir algo que te mueres por compartir?
- Cada día que voy a la escuela me emociono con las cosas pequeñas y no puedo volver a la normalidad. ¿Hay algo que pueda hacer para resolver esto?
- ¿Cuándo sentiste que este mundo no es para ti?
- ¿Ser emocional es bueno o malo?
- ¿Tienen los celos valor en hacer que los humanos se mejoren o es una emoción puramente negativa?
Lo que es peor es la moderna letanía de los efectos de superhéroes cinematográficos que nos hacen pensar en lo fantástico que podría ser escapar de nuestras prisiones newtonianas.
El vuelo humano como función corporal parece casi natural. Hemos visto a tanta gente hacerlo en la televisión y en las películas. Sentimos que sabemos lo que se siente al romper los rudos lazos de la gravedad y nadar por el aire como si fuera agua, por fin flotar sobre todo y moverse tan libremente en todos los ejes, sin el esfuerzo tosco y oneroso de empujar nuestros pies contra el frío, duro suelo.
Prácticamente podemos saborearlo.
Oh bien.