“Por ejemplo, si te gusta alguien, ¿cómo puedes estar seguro de que no solo estás reflejando tus sentimientos en cada acción que realizan y le damos sentido?”
No hay diferencia, los sentimientos son sentimientos. Es solo cuando intentamos poner un juicio de valor en ellos que nos encontramos con problemas. Si el sentimiento tiene que ser “pensado” o juzgado, entonces podemos perder la oportunidad que se nos presenta. Aprende a confiar en tu corazón Nahom. Para hacer esto, presta atención a tu corazón y no a tu cabeza. De esta manera, su cabeza aprenderá a comprender los caminos de su corazón y pronto hablarán como uno solo. Esto también nos ayuda a vivir el momento y así disfrutar de la aventura de la vida al máximo. Anda, Nahom, gracias por preguntar.