Es muy común que tenga conversaciones muy profundas con personas con las que tengo una intimidad cercana, así como con personas que acabo de conocer y que nunca volvería a ver (por ejemplo, mientras viajo).
Compartir experiencias que tienen un significado emocional no es un pedazo de pastel. Para algunos humanos es imposible abrirse y decirles a otros cómo algunos eventos influyeron en su vida o cuáles son los deseos de su corazón.
Es absolutamente normal sentirse exaltado después de tal discusión. No solo el esfuerzo físico disminuye nuestra energía. Emocional o intelectual puede causarlo también.
A veces, la conversación entre mi amigo y yo me deja completamente agotada hasta el punto de que no puedo hacer más que acostarme en la cama. No significa que la otra persona me haya decepcionado o lastimado, sino todo lo contrario.
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Si se siente de esta manera, es una señal de que una discusión fue significativa.