No tengo un deseo romántico ni sexual por mi mejor amigo, pero ¿por qué me mojé cuando nos abrazamos?

Porque tus hormonas y tu cerebro límbico no saben nada sobre la amistad o la asexualidad.

Todo lo que importa es el contacto físico cercano con el sexo opuesto. La respuesta biológica de la lujuria es automática.