Escucha.
Trátela como a una igual, no le decidas cosas por ella, no le digas qué hacer (o no hacer). Eso también significa que no la trates como si fuera frágil.
Preguntar, luego escuchar.
No asuma
- ¿Por qué mi novio no se preocupa por mí cuando más lo necesito?
- ¿Debería mudarme con mi novio incluso si no nos vamos a casar?
- ¿Debo enojarme cuando mi novio habla con su mejor amigo dos o tres veces al mes por la noche de manera continua durante 2-3 horas?
- ¿Es algo bueno o malo si tu novio dice ‘te quiero’ muchas veces al día?
- ¿Es cierto que una chica puede dejar a su novio solo porque es demasiado posesivo, demasiado cariñoso y sobreprotector?
Sé honesto y asegúrate de que eres digno de su confianza.
Respeta sus opiniones, su intimidad, sus sueños.
Escucha lo que ella dice y responde con tus propios pensamientos.
Recuerde que el “amigo” en “novio” es la clave: se puede confiar en los amigos, tienen nuestros intereses en mente, se preocupan por cómo nos sentimos y tratan de incluirnos en sus actividades.
El romance puede desvanecerse, pero la amistad puede durar mucho tiempo … y el verdadero romance no puede florecer por mucho tiempo sin una amistad establecida.