Mi madre, una devota mormona de una familia sureña propia, tenía una expresión favorita que reservaba para ocasiones especiales como estas.

“Mierda o sal de la olla”.

Si te gusta: ¡hurra! Besar es divertido. Sigan con el buen trabajo.
Si no te gusta: Detén el beso cortésmente y di: “Gracias, pero no me gustan los tíos”. y continúa con tu día.