Como dibujante, es mi trabajo tratar de hacer reír a la gente. Pero va más allá de eso. Desde la infancia, siempre he querido hacer que las personas a mi alrededor sonrían y se sienten felices. Eso, combinado con mi amor por el dibujo, me guió hacia la caricatura.
Cómo lo hago es bastante difícil de explicar. Tal vez sea por años de concentración y práctica, y tal vez se deba al hecho de que mi hermano mayor intentó llevarme a mi madre cuando era un bebé … arrastrándome hacia ella con sus brazos alrededor de mi cuello, cortándome ¡El oxígeno a mi cerebro por un tiempo!
Cualquiera sea la razón, mi mente tuerce las palabras, frases e imágenes en imágenes divertidas de forma natural. Las ideas y los chistes parecen salir de la nada. Lo he estado haciendo desde que era muy joven. Solía vender cómics hechos en casa a mis compañeros en la escuela primaria. Mi primer dibujo animado de un solo panel apareció en una revista cuando estaba en séptimo grado. Y he seguido intentando hacer reír a otras personas desde entonces.
También puedo crear dibujos animados si un editor me da un tema específico y me pide que prepare un dibujo para acompañar un artículo. Tiendo a leer todo lo que puedo sobre ese tema, dejo que mi mente lo absorba por un tiempo, y luego parece que las bromas comienzan a desaparecer.
- ¿Por qué constantemente quiero adquirir cosas?
- No tengo suficiente apoyo moral para empezar a trabajar en mi startup. ¿Qué tengo que hacer?
- ¿Por qué las personas tocan cuernos tanto en la India?
- ¿Cómo debo reaccionar cuando los demás me desean un feliz cumpleaños?
- ¿Por qué a veces sentimos que las ideas de la mayoría de las personas son erróneas, estúpidas, inválidas o indignas, ya sea que tengamos nuestras propias ideas acerca de esas cosas o no?
¿Cómo se siente? Me encanta. Hace décadas que hago que otras personas se rían de mi objetivo. Es mejor que hacer que otras personas se sientan malhumoradas.