Esta es una pregunta complicada, ya que hay muchas formas de “probar” a otras personas.
Si una generalización y una anécdota son aceptables, supongo que rara vez es un rasgo positivo y, muchas veces, un signo de inseguridad e inmadurez.
Cuando era adolescente, recuerdo haber “probado” a mis primeras novias al romper con ellas para ver cómo reaccionaban. Mi táctica barata parecía funcionar (con garantías de que no querían romper). Luego, una mujer fatal especialmente fatal (¿Nina?) Me enseñó una lección invaluable simplemente alejándome y saliendo con un matón local (ella terminó casándose).
La lección no me hizo más seguro ni menos inseguro, pero me ayudó a madurar.
- Cómo decir no a las personas y convencerlas.
- Me siento incómodo socialmente, tímido y me resulta difícil hablar con nuevas personas. Me vuelvo consciente y hago las cosas raras por completo. Me siento cómodo solo con personas que ya conozco o solo con esa nueva persona que hace un esfuerzo por interactuar conmigo muy bien. ¿Alguna sugerencia?
- ¿Por qué habitualmente alabo a la gente?
- ¿Qué es lo mejor para una persona, aprender de su pasado, apuntar para el futuro o disfrutar del presente?
- Me voy a casar el 5 de enero del ’15. ¿Cómo me presento? ¿Qué cosas se necesitan para ser maduros?
Anexo: Acabo de recordar que los comediantes de pie trabajan en rutinas al evaluar constantemente a las audiencias para ver quién se ríe, quién no, qué dejar, qué dejar de lado. Así que tal vez las pruebas no siempre son algo malo después de todo.