¿Qué pensamientos o emociones tiene como gerente cuando uno de sus empleados se da por vencido inesperadamente?

Intento felicitarme y desearles lo mejor. Es probable que se vayan porque otra posición es mejor para sus carreras y su familia. ¿Por qué envidiar a alguien eso?

Intento descubrir si mis acciones fueron de alguna manera un factor contribuyente en su decisión. O si hay alguna contraoferta que los ayude a quedarse.

Tengo muy poco respeto por los gerentes que queman puentes con los empleados que se van. Ellos ven estas salidas como insultos personales. Es un signo de alguien que está inseguro en su trabajo. De alguien que permite que su ego personal impacte negativamente en la empresa.

Cuando esto sucede, podemos felicitarnos y agradecerles su servicio. Y podemos aprender algo de ello. O podemos ser rencorosos y menospreciar sus aportes. Y no aprendamos nada ya que hemos racionalizado que el empleado tiene la culpa.

No entiendo por qué algunas personas eligen la última opción.

Es un mercado libre y todos tienen libre albedrío. Nadie se te pegará para siempre. Así que tomo todos los días como viene. Los que se pegan, muy buenos. Los que se van, todo lo mejor! Y aquellos que deseen irse, estaré más que feliz de ayudarlos en sus futuros esfuerzos.

Y este es el tipo de pensamiento que me ha ayudado a mantener la tasa de desgaste de mi equipo por debajo del promedio de mi empresa 🙂 Creo en dar libertad a mis asociados (sí, no los llamo MI empleados).

Siempre me pregunto qué hice o no hice o vi que era un indicador. La mayoría de los gerentes no invierten tiempo en tener conversaciones regulares sobre el trabajo y cómo se siente el empleado sobre el trabajo que están haciendo.